por Sin autor | 001-1952
Como el espíritu vivifica la materia informe y la eleva hacia lo alto, hasta darle anhelos de infinitud y de prennidad, así quiere nuestro ESPIRITU penetrar en la carne amorfa de nuestro mundo moderno, disgregado y pesimista, para darle un calor de vida y un aliento de perenne seguridad.
por Sin autor | 002-1952
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por Sin autor | 003-1952
Desde hace unos días, vuelve a hablarse con insistencia de reformas concernientes a planes de enseñanza. De ahí que oportuno parezca reflexionar sobre la íntima esencia en que consiste el ser docto o, si se priefiere; el ser doctor, eslabón cimero en la colación de títulos oficiales.
por Sin autor | 004-1952
Lector amigo no te retraigas, por favor, al leer el epígrafe que encabeza estas líneas. Ni por asomo se nos ha ocurrido, en este lugar ocupar tu atención hablándote de algún centenario extemporáneo, de esos hoy tan en uso. Nuestro propósito es, a la vez, menos altisonante y más constructivo si trata simplemente de recordarte que se aproximan dos conmemoraciones centenarias, en apariencia harto dispares, mas con un común denominador de significativa transcendencia.
por Sin autor | 005-1953
Todavía resuenan en nuestros oídos los seductores acentos nietzschearios que distinguían dos especies de egoísmos, fundamentalmente diversos: el inferior, comparable al gatuno, y el superior, elogiable como suprahumano.
por Sin autor | 006-1953
Vivimos en una época, a no dudarlo, excesivamente polemizante. El sereno diálogo, tan fecundo en tantos aspectos, vienen muchos a frustarlo mediante enconadas discusiones donde, con frecuenda, en vez de brotar luz se espesan tinieblas. Con lo cual, salimos todos perdiendo.
por Sin autor | 007-1953
Desde algún tiempo hacia acá, adviértense en muchos escritores ansias de “snobismo” tan acentuadas, que realmente provocan repugnancia y hasta, en no pocas ocasiones, incluso compasión. Provocan repugnancia intensa, ante todo, porque nada más anodino que esforzarse en trasladar al campo de las letras espúreos anhelos de originalidad, aun a costa de los valores más consagrados en cuanto respetables. Y provocan, además, cristiana compasión, porque nadie tan digno de ser compadecido, en el
palenque literario, como aquel que, a falta de méritos propios, procura acreditar su nombre a costa de ajenos deméritos, reales o presuntos.
por Sin autor | 008-1953
«Cuando la sociedad se disuelve, lo que se necesita no son proyectos, no son palabras, no son leyes tampoco son instituciones fuertes que resistan al ímpetu de las pasiones, a la inconstancia del espíritu humano, a los embates de los acontecimientos».
por Sin autor | 009-1954
Desde que se ratificó el Concordato entre la Santa Sede y España el 27 de octubre de 1953, no había salido ningún número de ESPIRITU, en que pudiésemos hablar de este magno acontecimiento. Y sin embargo estamos obligados a ello por dos motivos: como católicos, y como miembros del INSTITUTO FILOSÓFICO DE BALMESIANA.
por Sin autor | 010-1954
Un problema antiguo, pero siempre nuevo, es el que se presenta al hombre cada vez que éste quiere mejorar el ambiente en que se encuentra. Es problema difícil porque si el hombre no se aísla del ambiente para hacerse a sí mismo mejor, no mejorar el ambiente; pero si se aísla, cortando sus comunicaciones con él, tampoco podrá influir en él para ennoblecerlo.
por Sin autor | 011-1954
En las grandes conmemoraciones y solemnidades se ha introducido la costumbre de añadir al programa de los festejos la representación de un auto sacramental.
por Sin autor | 012-1954
Así como el niño en su proceso de progresivo desarrollo, pasa por diviersas etapas, la primera de las cuales es el contacto con el mundo externo, y sólo años más tarde penetra en su interior hasta darse cuenta refleja de su propio «yo», asimismo la humanidad en los diversos períodos de cultura por los que ha atravesado presenta diversos procesos de sucesivo desarrollo.
por Sin autor | 013-1955
Siempre que en el decurso de la Historia se ha iniciado un movimiento con afanes de conquista, para ejercer una acción profunda ha sido uno de sus primeros gestos agrupar los elementos con que cuenta, es decir, unificarlos alrededor del fin común.
por Sin autor | 014-1955
Siempre que la guerra ha asolado una región durante varios años, el primer período de la postguerra ha sido un momento crucial, especialmente en tres terrenos, que lo abarcan casi todo: el económico, el moral y el ideológico del cual hablaremos ahora.
por Sin autor | 015-1955
Hace muy poco se ha celebrado en París el Primer Congreso Nacional de Enseñanza Religiosa. Con esta ocasión Monseñor A. Della’Acqua, que desempeña las funciones del Secretario de Estado, envió en nombre de Pío XII una carta al Congreso sobre la enseñanza religiosa.
por Sin autor | 016-1955
Siempre las voces de mando, las consignas, han tenido una gran influencia sobre los hombres, porque nuestra naturaleza es especialmente sensible ante un ideal, que es precisamente lo que es sintetizado en la consigna.
por Sin autor | 018-1956
Uno de los grandes bienes que a través de los siglos ha producido el mal de la herejía, ha sido provocar en el cuerpo de la Iglesia un vigoroso resurgimiento de nueva vida.
por Sin autor | 019-1956
Los intelectuales españoles tienen hoy un motivo de íntimo gozo: un documento, voz de la Iglesia, que señala claramente el ideal que nos queda por alcanzar y el camino que conduce a él. Nos referirnos a la reciente declaración colectiva de los Metropolitanos Españoles, del 10 de abril de este año.
por Sin autor | 020-1956
Tal es el título de un libro, que publicado ahora entre nosotros, es de una importancia muy grande para los intelectuales y por tanto interesa sobremanera, según creemos, a nuestros lectores. Nos referimos a la obra del Excmo. D. Vicente Enrique y Tarancón. Obispo de Solsona, encabezada con el título que abre esta presentación y comentario.
por Sin autor | 021-1957
Cuando el viento de otoño arremolina en nuestras calles las hojas de los árboles, todas las mezcla en su vertiginoso rodar, aun las hojas de árboles más desemejantes, aun aquellas que conservan zonas verdosas, junto con las secas. El remolino de los hechos que estamos viviendo día a día, ha mezclado también por azar en las hojas de los periódicos dos nombres de procedencia muy distinta y de carácter muy diverso: Pío Baroja y Juan Ramón Jiménez. Uno arrebatado por la muerte, otro distinguido con el premio Nobel.